Las vueltas del destino

Resulto que al final soy puro bla bla. Bah, mejor dicho soy puro escribir porque hablar, lo que se dice hablar no hablo con nadie.

Averigüé quien es mi "papá corazón", conseguí el teléfono, todo para no hacer nada. Sé quien es mi media hermana, me la crucé por la calle y no me atreví a mirarla. Las que eran mis amigas me vinieron a buscar para preguntarme porque les dejé de hablar y me escapé para no enfrentarlas. Mi familia vino furiosa porque los planté en la cena de fin de año y terminé llorando como una tonta.

Desde que me separé con mi ex que juré nunca más volver a hablarle, cosa que no cumplí porque cada vez que me llama o me manda un chat no puedo no responderle...

El jueves pasado y de casualidad, conocí a un chico, le dí mi número y me dije a mi misma mil veces que no me conviene, que es un tarado, un mujeriego, pero la verdad es que el pibe me encanta.

Me llamó ayer tarde para salir a tomar algo y dije que si, aunque ese mismo día unas horas antes mi jefe me había avisado que mañana domingo salgo para un cliente super importante al que siempre quise ir.

Me felicitó, me dijo que es una oportunidad única, imperdible, irrechazable. El detalle macabro es que queda justo en el país donde juré no volver el día que nos separamos con Marcelo...justo.

No tan justo en realidad, porque no me voy a la misma ciudad que él, sino a 600 kilómetros, pero para mí es una tragedia.

La oportunidad a nivel profesional está buenisima, el equipo de gente que va me gusta, y tengo muchos amigos que dejé de ver y tengo ganas de visitar. Mi único problema es él, tengo miedo de verlo, y muchisimo más miedo de no verlo.

Estoy segura que voy a estar 2 meses en el mismo país que él y el turro ni siquiera se va a enterar...