FOBICA

Entendiendo mi pasado para tener un futuro! _____________________________________________

De Repeticiones

Después de 2 semanas sin internet en las cuales tuve demasiado tiempo para pensar retomo este capítulo. Trataré de ser breve pero aunque los hombres en mi vida fueron pocos, tengo mucho para decir...

No voy a caer en el lugar común de decir de tengo mala suerte con los hombres, ni podría decir que elijo mal porque yo tuve pocas opciones y muchas repeticiones.

Sólo dos cosas tienen en común mis ex, la primera es que a todos los conocí gracias a la música, por algún tema que sonaba, o hablando de alguna banda y la segunda y fundamental es que todos tienen una madre insoportable o una historia familiar complicada.

Si bien la música está siempre presente, afortunadamente sólo una vez salí con un músico. Andrés fue mi primer novio, fue cariñoso, romántico, de llegar siempre tarde y me bastó para conocer el rubro. Éramos chicos y la relación se podría resumir en largas tardes de darnos besos en la casa de él, temas dedicados para mí en los recitales, muchas cartas de amor y muchas diferencias. Fue el primero que me dejó, lo hizo por carta diciendo que todavía me amaba pero que la cosa no iba más.

Dos años me costo reponerme del corte, si bien yo sabía que la relación no daba para más, las rupturas me dejan en una depresión insoportable de la que me cuesta mucho salir.

Después de él, y después de hacerme rogar mucho, salí con alguien que tenía fama en el pueblo de ser un mujeriego irresistible. Yo por esos días tenía el autoestima mucho más alta, no era tan fóbica y pensé que podría resistirme a sus encantos...

Oscar era un hombre con todas las letras y me sedujo apenas lo ví. Era el personaje malo de la telenovela que hace llorar a la chica buena. Era el principe azul. Yo, viendo como venía la mano, jamás le dí mi teléfono, porque tenía miedo que no me llamara. Oscar fue mi relación free. Nos veíamos, estaba todo bien, no me llamaba por varias semanas, nos cruzabamos y nos ibamos juntos, él salía con otra, volvía conmigo, yo me hacía la que salía con otro pero en realidad estaba muy entregada a él. Era una relación en donde yo llevaba todas las de perder. En una de fiesta de fin de año del pueblo él llegó con otra y yo juré no volver a hablarle. Habían pasado 4 años y él seguía sin saber mi teléfono. Me fui de vacaciones en familia a brasil y conocí mi gran historia de amor.

Mi prima y yo estabamos hablando con unos argentinos en el boliche y llegó él, que había ido a buscar bebidas. Era tan lindo que yo pensé que era gay. Cuando le ví el tatuaje de Pearl Jam supe que ya teníamos algo en común. Me saco a bailar y yo que jamás bailo dije que si mientras me moría por darle unos besos. Cuando nos despedimos pensé que no lo volvería a ver pero él se las ingenió para volver a encontrarnos, sus amigos se hicieron amigos de mis primas y nosotros 6 meses despues ya de novios nos reíamos cuando recordabamos como nos conocimos ese verano.

Por supuesto que Pablo un día me dejó, me dejó esperándolo 6 horas en una terminal de bus, y con un mail que decía que me amaba pero que no era el momento de estar juntos. Yo lloré y después de un par de meses volví con Oscar por despecho y comodidad. Era obvio la cosa no iba para ningún lado pero igual nos pusimos de novios oficialmente insistiendo que si seguíamos juntos después de tantas cosas era por algún capricho del destino.

Cambié de trabajo y empecé a viajar y a Oscar lo perdí en el camino, volví de viaje y él había desaparecido.

A Pablo me costó horrores olvidarlo y a menudo pensaba en él hasta que conocí a Marcelo. Marcelo era distinto a todos los anteriores y fue mi único novio de carne y hueso. Fue el que más duró, y con el que perdí por completo el alma el día que nos separamos.

Marcelo a simple vista parecía más maduro que el resto de mis amigos y ex novios, trabajaba en la misma empresa que yo y era lindo. La música nos dió tema de charla, salimos a tomar algo y no nos pudimos separar más. Nos mudamos juntos enseguida, yo era feliz, él cocinaba y yo lavaba la ropa.
Los días con Marcelo fueron de paz, yo sentía que por primera vez mi vida estaba en equilbrio, tenía un hombre a mi lado que juraba no abandonarme, y en el trabajo me iba cada día mejor. No se que pasó pero una mañana después de dos años él me dijo, no se que me pasa, quiero un tiempo.

Apenas cortamos me fui de viaje para olvidarlo y para tratar de entender porque, nuevamente, un hombre me abandonó sin darme explicaciones...